¿Qué estará pasando ahora por la cabeza de este empleado de la Bolsa de Nueva York (NYSE) que ha provocado la histeria en Wall Street? No deben estar siendo días buenos para dicho trabajador del centro de respaldo da datos de la Bolsa, situado en Chicago.

Tal y como apuntan en Bloomberg, esta persona cometió un “error humano” al cerrar de manera incorrecta el sistema de recuperación de desastres de Cermak. Aquello, y así lo describen personas conocedoras de los entresijos de la NYSE, es lo que desencadenó el caos en forma de cambios bruscos en el mercado, en cuanto la negociación se abrió al día siguiente (martes, 24 de enero).

El caos, como lo definen en la publicación antedicha, afectó a más de 250 empresas, entre ellas, McDonald’s, Walmart Inc, Morgan Stanley o Wells Fargo & Co. En algunos casos, explican, las acciones llegaron a oscilar hasta 25 puntos porcentuales en solo unos minutos.

Un “error manual” en la Bolsa de Valores de Nueva York

Desde el primer momento, en Wall Street, que se vio obligada a cancelar miles de intercambios a un costo todavía sin determinar, lo calificaron como un “error manual”. Sin embargo, parece que esto no convence a los afectados (o a los que pudieron serlo).

También en Bloomberg, el socio y cofundador de Themis Trading LLC (firma que consiguió evitar las pérdidas), Joseph Saluzzi, aseguró que “tendrán que idear algo mejor para tranquilizar a los inversores y a los reguladores”.

Los ejecutivos de la Bolsa de Nueva York pasaron unas largas horas tratando de identificar el problema y cerciorándose de que no habría más consecuencias.

Y este solo ha sido el primer capítulo de esta historia que amenaza con manchar el nombre de Wall Street.

Las reclamaciones se podían enviar hasta el viernes (27 de enero) y desde la NYSE todavía no son capaces de determinar cuánto les va a costar este desastre. La Bolsa dispone de un fondo de alrededor de 500.000 dólares al mes para compensar a los inversores cuando suceden este tipo de percances, que, afortunadamente, no es a menudo.

Un golpe a la reputación de Wall Street

El impacto, sin embargo, no solo será económico, sino también reputacional. En la Bolsa de Nueva York están en contacto con reguladores y legisladores para explicar lo sucedido y se han comprometido a examinar los procedimientos y la gestión de la plataforma.

Las críticas no han tardado en llegar. Por ejemplo, en Charles Schwab Corp. mostraron su enfado abiertamente, asegurando que estaban decepcionados por la manera en la que Wall Street había manejado el incidente. Además, sospechan que las personas afectadas pueden no llegar a recibir una compensación justa.

“La Bolsa de Nueva York no ha asumido toda su responsabilidad y los inversores minoristas tendrán que pasar por un largo proceso para corregir las órdenes, y sin garantía de un resultado razonable”, apuntó Mayura Hooper, portavoz de Schwab.