El mercado de criptomonedas experimentó un descenso significativo de aproximadamente el 70% en el año 2022, equiparable al descenso del bitcoin en el último Crypto Winter (2018), que fue el primer invierno con inversión institucional.

A diferencia del último declive, que se debió al estallido de la burbuja de la oferta inicial de monedas, este retroceso fue impulsado por factores tanto macroeconómicos como otros específicos de la industria.

Causas del criptoinvierno

A nivel global, una serie de colapsos relacionados (Terra/Luna, Three Arrows Capital, Voyager Digital, Celsius, FTX y BlockFi) que cayeron como fichas de dominó durante un período de seis meses impulsaron el sentimiento negativo y los precios a la baja. El número y la escala de estas caídas definen y diferencian a este criptoinvierno en comparación con los anteriores.

A nivel macroeconómico, la subida de los tipos de interés y el fortalecimiento del dólar estadounidense restaron atractivo a los activos de riesgo como las criptomonedas.

Por ejemplo, las acciones del sector fintech mundial cayeron más de un 50% y algunas empresas tecnológicas de gran capitalización bajaron más de un 60%. Al caer las valoraciones de las acciones, las decisiones de inversión marginales, como las criptomonedas, resultaron menos atractivas para los inversores.

Proliferación de estafas en el espacio cripto

A los factores citados anteriormente cabe añadir la proliferación de estafas: en 2021, de las 68 criptomonedas que fueron declaradas muertas, 35 eran estafas o «joke coins».

Para hacernos una idea de la magnitud de dicho problema, podemos fijarnos en los datos oficiales. Por ejemplo, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos informó de que las estafas relacionadas con la inversión en criptomonedas a través de redes sociales habían provocado pérdidas por valor de 680 millones de dólares en 2021.

Otro ejemplo lo encontramos en la India, donde los estafadores engañaron a 1400 personas por un valor estimado de 14 millones de dólares en una criptomoneda falsa.

En Corea del Sur, por otro lado, los ejecutivos de la bolsa de criptomonedas V Global fueron condenados a prisión por un fraude de 1.700 millones de dólares.

El modus operandi de los estafadores suele ser parecido. Éstos utilizan los fondos recibidos de una nueva víctima para pagar a las anteriores, creando la ilusión de ganancias y atrayendo a más personas para que inviertan sus ahorros. Es lo que se conoce como estafa piramidal o esquema Ponzi.

Muchos de estos delincuentes aprovechan la exageración que rodea a las criptomonedas y la promesa de dinero rápido, junto con el conocimiento relativamente superficial que los inversores minoristas poseen sobre el sector y la tecnología blockchain.

La crisis de confianza aún está latente

La confianza en el sector de las criptomonedas está bajo mínimos. Tras la desaparición del exchange de criptomonedas FTX, muchos usuarios retiraron miles de millones de dólares de los demás exchanges, lo que disparó la demanda de soluciones de autocustodia.

Varios meses después, los inversores siguen lidiando con la realidad de haber sido testigos del catastrófico colapso de algunas de las mayores plataformas de negociación y préstamo de criptomonedas.

Son muchos los actores del sector que reconocen la crisis de confianza que asola a la industria de las criptomonedas y aún están buscando fórmulas que permitan recuperar la confianza de los clientes.

Aunque admiten que podría llevar mucho tiempo recuperar lo perdido, la perspectiva de reconstruir la confianza sigue siendo una prioridad absoluta para las principales empresas.

Posible fin del criptoinvierno

La gran pregunta tras la debacle del 2022 aún sigue abierta: ¿ha terminado el criptoinvierno? Los expertos coinciden en que aún no, pero puede que lo peor ya haya pasado.

Tras un extraordinario mes de enero en el que las principales criptomonedas como el Bitcoin subieron en su valor, algunos se precipitaron a anunciar una primavera anticipada. Sin duda, los beneficios de enero fueron extraordinarios pero no lo suficiente como para revertir la crisis de confianza en el sector.

Una prueba de ello es que a comienzos de Abril, los precios de los tokens sólo han vuelto a niveles anteriores al colapso de FTX en noviembre y el sector sigue perdiendo puestos de trabajo.

Aunque el mercado de las criptomonedas puede parecer mejor que el año pasado, las voces más cautelosas coinciden en que es prematuro declarar la primavera de las criptomonedas.

A corto plazo, sin embargo, la crisis de confianza que perdura tras las aún recientes caídas y estafas en este ecosistema puede que relegue a las criptomonedas al reino de los evangelistas y acabe legitimando la regulación y la centralización.