El 1 de enero de 2021, el valor del bitcoin era de 24.035,6 euros. En el momento de escribir este artículo, a las 17:20 horas del 16 de febrero de 2021, está en 40.450,4. Ergo, el bitcoin ha crecido un 68,3 % en mes y medio. La principal criptomoneda del mercado va de subidón en subidón en los últimos tiempos, normalmente al albur de grandes y mediáticas adquisiciones. El último empujón se lo dio Elon Musk cuando, el pasado 8 de febrero, Tesla compró 1.500 millones de dólares en bitcoins.
Un día antes, el 7 de febrero, bitcoin, según Investing, cerró en 32.298,1 euros. 24 horas después ya estaba en 38.523,7. O sea que el anuncio de la empresa propiedad del excéntrico multimillonario hizo que la criptomoneda creciera un 19,3 % en un día.
Antes de la compra de Tesla, el bitcoin llevaba un crecimiento continuo y sostenido, que se aceleraba en momentos puntuales por noticias que sacudían al sector. Entre ellas, la previsión de J.P. Morgan de que el bitcoin alcanzaría los 146.000 dólares (tres años antes dijeron que el bitcoin era un fraude) o el anuncio de varias grandes empresas como PayPal, Burger King o Mastercard de que permitirían los pagos en bitcoin en su red.
El aumento en el valor del bitcoin (y de otras criptomonedas como ethereum) ha llevado a muchos inversionistas a poner el foco en estas divisas digitales, que siempre habían sido vistas con ciertas reticencias. A la vez, neófitos en el sector se han interesado por la inversión en bitcoins a la luz de tan espectaculares cifras de crecimiento.
¿Es la subida del bitcoin una gran burbuja?
Tesla compra una gran cantidad de bitcoins y el precio de la criptomoneda se dispara; Musk menciona a Dogecoin (la criptomoneda que nació de un meme) en Twitter y su valor también sale lanzado; los foreros de Reddit dejan de animar a la compra del Ripple y este cae sin red por el precipicio.
Este tipo de sucesos, que denotan la gran volatilidad inherente al precio de las criptomonedas, hacen que, a pesar del indudable buen estado de las mismas, sigan existiendo muchas voces que alarman del riesgo que conllevan este tipo de inversiones y que barruntan que todo esto no es más que una enorme burbuja.
Manuel del Pozo se pregunta en Expansión ¿cuándo se pinchará esa burbuja del bitcoin? Recuerda que ya se desinfló hasta el límite en 2018, cuando la criptomoneda perdió un 80 % de su valor. Afirma, por añadidura, que “el boom del bitcoin se parece cada vez más a un esquema piramidal que se desmoronará cuando no haya nadie que quiera comprar”.
“El bitcoin nunca será una moneda”
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, es una de las personalidades más críticas con el bitcoin. Además de pedir una regulación del mismo, no ha dudado en asegurar que el bitcoin nunca será una moneda y que es un activo altamente especulativo. Para ella, esta criptomoneda ha permitido cerrar “negocios divertidos” y ha tenido un papel primordial en muchas operaciones de lavado de dinero.
Vitor Constâncio, vicepresidente del BCE durante ocho años, publicó un largo hilo en Twitter en el que hace una lectura similar a la de Lagarde. Asegura el economista portugués que el bitcoin ha cambiado su naturaleza: de un objetivo inicial de ser una moneda, se ha convertido en un activo aceptado para la inversión.
Se refiere el luso a uno de los argumentos habitualmente esgrimidos por los defensores del bitcoin para justificar que nada tiene que ver la situación actual con la de 2018, y es el hecho de que, esta vez, son muchas las instituciones financieras que han invertido en bitcoin. Esto ha hecho que crezca sobremanera, y demuestra, sostiene Constâncio, que el bitcoin no podrá ser una moneda convencional para realizar transacciones.
Bitcoin, apunta, es ahora un activo, parte del mundo de las inversiones. En Wall Street, ya hay una gran cantidad de empresas que comercian con derivados de bitcoin. Grayscale Bitcoin Trust, un holding de Bitcoin, posee el 3,1 % de los 18,6 millones de bitcoins ya extraídos. “Ahora hay en Wall Street todo un ecosistema en torno a bitcoin (Brokers, Funds, ETFs …). Según muchos, bitcoin es una especie de ‘oro digital’ que intenta competir con el oro en la misma clase de activos”. Quizás, continúa, más firmas no financieras seguirán a Tesla e invertirán en bitcoins, aun así, “es bastante arriesgado. Bitcoin es un activo que no genera ingresos regulares, sólo ganancias (o pérdidas) de capital. Su valor depende únicamente de la voluntad de los compradores y de sus expectativas”.