Volatilidad extrema. Dos palabras que definen con meridiana claridad cómo se comportan las bolsas con el coronavirus. Una pista, por ende, del devenir de las mismas en los próximos meses, porque, desgraciadamente, esto va para largo. Y cuanto menos responsables seamos los ciudadanos y ciudadanas, más se dilatará en el tiempo, con las consecuencias –sanitarias y económicas– que ello conllevará. Por eso, aunque no sea de nuestra competencia, en InvertirDigital nos unimos a esa petición de responsabilidad: quédate en casa.
El comportamiento bursátil durante los días 12 y 13 de marzo es paradigmático de lo que está sucediendo: un ejemplo perfecto de esas continuas fluctuaciones que están caracterizando a las bolsas mundiales impelidas por una enfermedad que, a 13 de marzo, suma ya 140.000 contagiados en 123 países.
Son cifras válidas en este preciso instante, pero perderán su veracidad, quizá, en minutos. Algo parecido pasa con la bolsa por el coronavirus. Salvo los medios especializados que realizan un seguimiento instantáneo de las mismas, el resto debemos tratar de analizar sus pautas de actuación desde un contexto general. Ya que lo que ahora es actualidad, será información pasada de moda en horas.
La mayor caída en la historia del Ibex
Así que tomaremos a modo de ejemplo lo sucedido entre el 12 y el 13 de marzo para explicar el comportamiento de las bolsas con el coronavirus.
Las drásticas medidas tomadas por países europeos como Italia; las, por ahora, menos extraordinarias puestas en marcha en España, o la decisión de Donald Trump de impedir todos los vuelos de Europa hacia Estados Unidos; junto a las –a tenor de la respuesta bursátil– insuficientes providencias dictaminadas por el Banco Central Europeo (BCE), hicieron que el 12 de marzo el Ibex sufriera la peor sesión de su historia, con una caída del 14,06 % hasta los 6.390,90 puntos, lo que hace que el selectivo español haya perdido un 36,6 % en tres semanas.
En España, los bancos tuvieron una caída tremenda: un 17,68 % el Sabadell; 16,86 % el Santander; 16,34 % Bankia; 15,75 % Bankinter; 15,52 % CaixaBank, y 15,08 % el BBVA.
Hasta este día, la mayor caída del Ibex fue la que tuvo lugar en junio de 2016, tras la votación del Brexit, con un 12,35 %. La tercera y la cuarta coincidieron con la quiebra de Lehman Brothers, mientras que la quinta, del 7,96 %, se produjo el lunes 9 de marzo de este mismo año, ya, obviamente, provocada por la crisis del coronavirus.
Volviendo al global de las bolsas, lo sucedido en España fue la tónica dominante: el Dow Jones perdió un 10 % (su mayor desplome en 30 años); el Mib italiano un 16,92 %; el Cac francés un 12,28 %, y el Dax alemán un 12,24 %. Mejor comportamiento tuvieron las bolsas asiáticas, donde la pandemia empieza controlarse: el Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó un 6 % y el índice Shangai de la Bolsa de China sólo bajó un 1,2 %.
Coinciden los expertos en apuntar a las decisiones del BCE como uno de los principales motivos: desde eToro, por ejemplo, aseguran que el BCE “necesitaba dar una señal de tranquilidad y no lo ha hecho”, tal y como recoge Expansión.
El rebote después de la debacle
Sólo un día después, y aunque la situación siga siendo extremadamente preocupante, el más absoluto pesimismo ha abierto la puerta para permitir el acceso de un hálito de optimismo. El Ibex ha logrado parar su tendencia descendente, ha salido de mínimos y, en las primeras horas de la mañana, ya estaba en los 6.809 puntos, un 6,55 % más que las cifras de cierre del día 12.
El Dow Jones se mantiene en los 21.200 puntos con los que cerró el día anterior, pero se barrunta un rebote de hasta el 4%; el Mib también conserva los 14.894 puntos; el Cac se mantiene en 4.044 y el Dax (que el día 12 sufrió una caída del 12,24 %) crece un 2 %.
Por tanto, subidas en algunas bolsas y mantenimiento con previsiones de crecimiento en otras. No obstante, ese rebote, en ningún caso, logrará compensar las vastas perdidas del día anterior.
Es una explicación muy somera de cómo se comportan las bolsas con el coronavirus. Un ejemplo de la manera tan radical en la que estás se ven afectadas por esa volatilidad que caracterizará también los próximos días.
Prohibición de ventas en corto en la Bolsa española
Ante la debacle, no han tardado en llegar las medidas. En una nota de prensa emitida, el 12 de marzo, por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, se anunciaba la decisión de prohibir las ventas en corto, durante la jornada del 13 de marzo, sobre todas las acciones líquidas admitidas a negociación en las Bolsas de Valores Españolas, cuyo precio haya caído en más de un 10 % durante la sesión del 12 de marzo de 2020, y sobre todas las acciones ilíquidas cuya caída hubiera sido superior al 20%.
De facto, esto supone, prácticamente, impedir todas las posiciones cortas, ya que afecta a 69 acciones y sólo tres se libran: Viscofan, MásMóvil y Grifols. La prohibición atañe, por supuesto, a diferentes instrumentos como los contratos por diferencia (CFC) o los futuros.
La Reserva Federal de Estados Unidos inyecta 1,5 billones de dólares
Todos los países articulan medidas urgentes para tratar de capear el temporal. En Estados Unidos, la Reserva Federal anunció que destinará 1,5 billones de dólares. Inyección que, sin embargo, no fue capaz de atemperar una caída histórica, a pesar de ser la segunda decisión de este tipo que se tomaba en dos días.
700.000 millones de yenes (unos 5.900 millones de euros) en los que aportó el Banco de Japón, mediante la compra de bonos.
La ciudadanía se enfrenta a algo desconocido. También los gobiernos. E igualmente pasa con las bolsas, no porque no haya habido muchos momentos de crisis a lo largo de la historia, sino por el tipo de crisis, por las raíces de la misma. Es momento de tomar decisiones de extrema importancia y en muy poco tiempo. Esperemos que en todos los sectores (sanitario, económico, social…) éstas sean acertadas.
Mientras tanto, son muchos los que están mirando al trading de índices bursátiles para intentar aprovechar la extremadamente alta volatilidad que los mercados han registrado durante las últimas semanas.