A estas alturas, puede que ya hayas visto infinidad de referencias a los análisis técnicos y de otros tipos en las webs sobre trading online, pero, ¿sabes realmente lo que son? En esta guía te descubrimos todos los secretos sobre estas técnicas indispensables para cualquier trader.
¿Qué es el análisis técnico?
El análisis técnico es una de las herramientas más utilizadas por los inversores/especuladores para decidir qué comprar y cuándo hacerlo.
Se trata de una técnica que se usa para prever, con un porcentaje de acierto bastante elevado, cuál será el próximo movimiento de los precios. Esto se logra tras estudiar su evolución en el pasado. En este aspecto, se podría comparar a la meteorología, que tras estudiar pautas en el comportamiento del tiempo, llega a predecir con un alto nivel de acierto el tiempo que hará los próximos días, sin que eso signifique tener el 100% de certeza de lo que va a pasar, ya que predecir el futuro es imposible. El analista técnico, como el meteorólogo, trabaja con probabilidades.
El análisis técnico se divide en dos disciplinas distintas: el análisis chartista, que es el estudio de la formación de los precios, y el análisis cuantitativo o el estudio de indicadores matemáticos que se pueden desprender del precio.
Uno de los padres del análisis técnico fue Charles Dow, editor del prestigioso periódico económico Wall Street Journal. La teoría de Dow sigue siendo uno de los “mandamientos” del análisis técnico. Establecía que la cotización refleja las fuerzas de los mercados, en los que todo está descontado en el precio (noticias, resultados…). Además, también las cotizaciones se mueven según tendencias (alcistas, laterales o bajistas) y éstas se pueden identificar fácilmente. Por último, los movimientos de los precios siempre siguen unas pautas reconocibles y repetitivas.
El análisis técnico establece que el precio y el valor son exactamente lo mismo. Es decir, si, por ejemplo, el BBVA cotiza a 6 euros, ese será su valor hasta que el precio cambie. Los cambios en su valor llegan a través de las modificaciones en la ley de oferta/demanda.
Por el contrario, en el análisis fundamental (otra de las herramientas usadas por los inversores/especuladores) se establece que el precio es una cosa y el valor otra. Es decir, si el BBVA cotiza a 6 euros, un analista fundamental podría decir que el mercado no está recogiendo su verdadero potencial y que el título está infravalorado o sobrevalorado. Además, también podría decir que su precio “subjetivo” sería de 4 euros u 8, por ejemplo.
La ventaja del análisis técnico es que es más objetivo, ya que el precio, que es lo que se analiza, es un dato real, al que se puede tener acceso en cualquier momento estés donde estés. Por su parte, el análisis fundamental es el estudio de la empresa para saber si está o no infra o sobrevalorada y cada analista fundamental daría un valor distinto a cada compañía. Queda claro que se trata de un análisis subjetivo.
Otra de las grandes ventajas del análisis técnico y puede que sea la más importante es que ofrece información del precio a tiempo real. Frente a esto la información de la situación de la compañía nos llega con retraso, con los hechos relevantes o cuando presenta resultados. Por si fuera poco, el análisis técnico permite hacer un plan de trading con criterios objetivos, puntos donde se activan metas concretas y otras cuestiones importantes.
Los mejores brokers tienen departamentos de análisis técnico que se dedican a estudiar los gráficos de todos los activos de Bolsa. También se han popularizado sistemas de trading automáticos, que no son más que robots que, basándose en el análisis técnico, deciden cuándo comprar o vender. Para ello, siguen los criterios que haya introducido el inversor, pero ejecutándolos él mismo en el mercado real, sin que el especulador dé al botón de comprar o vender.
Las herramientas más importantes del análisis técnico son el estudio de las velas japonesas, de las formaciones chartistas de cambio o continuidad de la tendencia, el estudio de indicadores y osciladores, las ondas de Elliot o el estudio de los impulsos de Fibonacci. Aunque el análisis técnico lleva usándose varios siglos, su uso está en auge por los avances tecnológicos que permiten invertir desde cualquier lugar y en cualquier momento. En España, ha ganado adeptos de forma exponencial en los últimos años.
Herramientas de análisis técnico
Te presentamos una lista con las mejores herramientas para el análisis técnico:
Velas japonesas
Las velas japonesas son de las herramientas gráficas más utilizadas para realizar el análisis técnico en el trading de Forex, debido a la gran cantidad de información que ofrecen. Cada vela tiene un cuerpo (que indica cómo ha variado el precio desde la apertura al cierre), una mecha y una cola (que marcan el recorrido del precio en un espacio temporal). También importa el color, habitualmente, las velas alcistas suelen ser verdes o blancas y las bajistas rojas o negras.
En las alcistas, el precio de cierre supera al de apertura y, por tanto, este se indicará en la parte superior y el de apertura en la inferior. En las bajistas se mostrará al revés. Es decir, cada vela nos dice: el precio inicial, el precio máximo, el mínimo y el precio final. Mucha información en un gráfico realmente sencillo.
Formaciones chartistas
Se basan en la teoría de que la historia se repite, es decir, que analizando el comportamiento previo del mercado se puede barruntar cuál será su oscilación futura.
Existen varios tipos, que dependen de la forma que adopten estas formaciones: Hombro-Cabeza-Hombro, Doble techo, Doble suelo, Triple techo, Triple suelo, Isla de Vuelta, Diamante.
Retrocesos de Fibonacci
Una de las herramientas más eficientes para realizar análisis técnicos y obtener información sobre los activos. Para explicarlos hay que hacer un viaje secular al pasado: concretamente al momento en el que el matemático italiano Leonardo Pisano (conocido como Fibonacci y nacido en 1970) creó la sucesión de Fibonacci: 0 – 1 – 1 – 2 – 3 – 5 – 8 – 13 – 21 – 34 – 55 – 89 – 144 – 233 – 377 – 610… Cada número es el resultado de sumar los dos anteriores.
Un número dividido por el posterior se aproxima a 0,618, de ahí que 61,8 % sea la proporción aurea. Si un número se divide por el que está dos posiciones más allá se acerca a 0,382 (38,2 %) y si se divide por el que está tres posiciones después se acerca a 0,236 (23,6 %).
Esos tres porcentajes, más el 50 % y el 100 %, son los niveles de Fibonacci que se usan para el análisis técnico.
Índice de Fuerza Relativa (RSI)
El Índice de Fuerza Relativa (RSI por sus siglas en inglés) es un indicador técnico de alta fiabilidad. Consiste en medir –durante un periodo habitual de 14 sesiones– cómo suben o bajan los precios entre 0 y 100.
De 70 a 100 es el terreno de la sobrecompra, 30 a 70 es el espacio neutras y 0 a 30 se considera el nivel de sobreventa.
Ichimoku
El objetivo de este sistema es recibir mucha información con un solo vistazo. Los conceptos clave son:
- Tenkan-Sen: el cálculo se hace sobre los últimos nueve periodos: máximo más alto + mínimo más bajo/2
- Kijun-Sen: últimos 26 periodos. Misma fórmula que el anterior.
- Senkou Span A: Tenkan-Sen + Kijun-Sen/2.
- Senkou Span B: últimos 52 periodos. Idéntica formulación que los dos primeros.
La zona entre Span A y Span B es el Kumo (nube). A grandes rasgos, la tendencia será alcista si el precio se sitúa por encima del kumo y bajista por debajo.
Bandas de Bollinger
Las bandas de Bollinger, creadas por John Bollinger, proporcionan una información muy útil sobre la volatilidad del mercado. Se parte de una media móvil central calculada con 20 periodos, esa será la línea media. La línea superior sale de sumar dos veces a la media móvil la desviación típica de la media móvil de 20 periodos. Para calcular la banda inferior se resta, dos veces, la desviación típica. Grosso modo, cuando la volatilidad es baja las bandas se juntan. Si es alta, se separan.
Oscilador estocástico
Indicador del tipo oscilador, que, a diferencia de los anteriores que hemos comentado, cuyo uso entraña una dificultad que los hace útiles para aquellas personas duchas en la materia, es perfecto para principiantes por su sencillez a la hora de interpretarlo. Lo que no impide, que también proporcione una información relevante a los más expertos. Compara el precio de cierre en directo con los precios de cierre previos dentro de un periodo de tiempo establecido.
Habitualmente utilizado en Forex, Bolsa e Índices, su valía principal es que muestra señales contundentes antes de que haya un cambio brusco en el precio de un activo.
Medias móviles de convergencia/divergencia
Dos medias exponenciales, MACD (Moving Average Converge Divergence) y Signal, que oscilan sobre una línea cero. MACD se establece con la diferencia entre una media móvil exponencial corta y una larga. Signal es la media exponencial de la anterior. Con MACD tenemos información a medio y corto plazo. Con Signal a muy corto plazo.
Si Signal cruza hacia arriba MACD es la señal de compra, si es hacia abajo, será el momento de vender.
Obviamente, como en los casos antedichos, estas conclusiones son muy someras. Quien quiera usar este sistema (o cualquier otro) deberá realizar un análisis y estudio mucho más completo que el realizado en este artículo, cuyo objetivo es dar a conocer las principales características. Y nunca te olvides que es importante operar con los mejores brokers online.
¿Qué es el análisis fundamental?
El análisis fundamental estudia el valor de una compañía para establecer si el precio refleja el valor de la compañía o está infravalorada o sobrevalorada en el mercado. En caso de llegar a la conclusión de que el precio no refleja el “valor real” de la empresa y está infravalorada, lo que deberíamos hacer es comprar. Por el contrario, si creemos que está sobrevalorada, debemos vender y esperar que el precio llegue al valor que asignamos a dicha empresa.
El análisis fundamental establece que el precio es una cosa y el valor de la firma otra. Se basa en que el mercado no es eficiente y eso provoca que el valor real de una compañía esté alejado del que marca.
El problema más importante en este sistema será calcular el valor que hay que otorgarle a la compañía y saber cuánto tardará el mercado en poner a la empresa en el precio que consideramos “correcto”. Muchos brokers establecen precios “objetivos” en los valores cotizados, aunque, en realidad, de objetivo no tiene nada, ya que ese valor varía según quién realice el análisis.
Uno de los padres del análisis fundamental fue Benjamin Graham. Sus principales herramientas se centran en fundamentos de economía como el cálculo de ratios: PER, BPA, Ebitda, técnicas de valoración de empresas, estrategia empresarial, contabilidad, competidores, movimientos corporativos, nuevos productos, previsiones macroeconómicas, información económica general y todo lo que pueda afectar al valor de un título.
Esta herramienta tiene lagunas importantes porque el mercado se puede mover en contra de nuestras previsiones y, si no somos capaces de verlo a tiempo, podríamos arruinarnos o quedarnos parados esperando años a que el precio se dirija a donde estimamos.
Se trata de un análisis que no tiene en cuenta el timing, no establece cuál sería el mejor punto de entrada y es más laborioso porque un buen análisis fundamental puede llevar muchos días realizarlo correctamente. Sin embargo, el problema más serio del análisis fundamental es que se trabaja sobre datos pasados. Las empresas cotizadas presentan resultados de forma trimestral y son los datos que llegan al gran público.
No tenemos la situación real del momento de la empresa, mientras que sí tenemos tiempo real de las variaciones del precio, lo que provoca que sea una herramienta menos “democrática” que el análisis técnico. También debemos tener en cuenta que la Bolsa se adelanta unos seis meses a la economía real y no descuenta la situación de una empresa, sino que tan solo nos dice si va a mejorar o a empeorar.
Un claro ejemplo de todo lo que estamos viendo es valorar la compra de una acción por la rentabilidad por dividendo, sin tener en cuenta que el dividendo se descuenta del precio, ya que la empresa vale menos al repartir dinero entre sus accionistas y ese dinero sale de la caja. De este modo, si una empresa cotiza a 10 euros y da un dividendo de 1 euro, abrirá al día siguiente en 9 euros. Además, muchos inversores invierten en un título pensando que solo cobrando un dividendo «x» recuperarían la inversión en «y» años y no tienen en cuenta que las empresas pueden cancelar el dividendo o reducirlo.
La mayoría de inversores que usan análisis fundamental lo complementan con el análisis técnico. De este modo, deciden qué empresa comprar basándose en análisis fundamental, pero necesitan el técnico para decidir cuándo comprarla y limitar las pérdidas, usando un stop.